Casa Las Encinas del Naval
Alojamiento rural, 2010. Paraje Río Lobo, Villanueva de la Vera
Esta vivienda se sitúa en una finca en una zona movida geográficamente, con cierta pendiente hacia el Oeste, y vistas en las cuatro orientaciones.
La propiedad no quería renunciar a la vista del Oeste, por lo que la casa se oriento básicamente al Sur y al Oeste.
Su diseño se basa en una adaptación al terreno, desarrollándose en dos niveles. Como figura geométrica, se apoya en dos cubos, uno avanzado al otro. En el eje central de la composición se sitúa la escalera. Esta se caracteriza por tener la cubierta de cristal, de manera que se pueda tener la visión del valle a la que se baja, y la del cielo en la subida. Otra de sus características es que los días de lluvia la sensación es de un rio corriendo sobre los usuarios.
La idea es que la casa esté protegida de los vientos del norte, semienterrada, permitiendo así unas zonas climáticamente optimizadas, frescas en verano y calientes en invierno.
La orientación Sur se potenciará con un porche cubierto con pérgola vegetal, que no impide la entrada del sol en invierno, y protege en verano.
La fachada Oeste, como sistema de protección, tiene una celosía vegetal que actúa como protección y favorece una suerte de cámara ventilada, entre ella y la fachada.
Además, se crea una piscina – estanque a pie de la misma, que actúa también como elemento templador del lugar.
La estrategia de proyecto será la de su adaptación, y su optimización con el medio.
En la planta superior se encuentra la entrada principal, centrada, con un pequeño espacio distribuidor, que lleva, a ambos lados, a los distintos dormitorios y los baños.
En ese eje central se sitúa la escalera, que desemboca en las zonas comunes, a sur la sala de estar, y a norte la zona de cocina comedor.
Constructivamente, se levanta con muros de contención de termo arcilla y estructura de madera. Esta se deja en color natural y vista. Como aislamiento se utilizan planchas de lana de roca en paños verticales y en cubierta. Se utilizará teja vieja en cobijas y las canales nuevas.
Los pavimentos serán, en zonas principales, tablones de castaño de treinta centímetros de ancho, sin tratar, y en zonas húmedas, suelo de baldosas de piedra granítica. Este maridaje de materiales se dará en todas las habitaciones, tanto en paramentos verticales como horizontales.