Esta casa obedece a la idea de una gran cubierta común que cobija la construcción, siendo patente la misma desde todos los lugares de la casa. Su base geométrica es un rectángulo de sección aurea, de algún modo masivo.

Es un gran volumen que en su interior consigue gran ligereza gracias a la continuidad visual de las distintas estancias. En las salas diáfanas se utilizan grandes cerchas de madera, así como en el porche.

La vivienda se sitúa en una zona de vistas al monte Almanzor, dando a este el gran salón. Los dormitorios se distribuyen jerárquicamente a partir de un pasillo central. Los muros perimetrales serán de termoarcilla y la estructura de madera.

Se colocará barro tradicional de la zona como pavimento, y azulejos artesanales hechos en la localidad de Puente del arzobispo. La cubierta se monta con teja tradicional reciclada.